Y me pregunté: “¿Qué hace un hombre de paz cuando ya no puede luchar contra la guerra?”. ¿Orar? Ni modo de implorarle al dios de los judíos, al de los musulmanes, al de los brahmanes o al de otros regímenes (no pueblos) belicosos como los estadounidenses, ingleses, españoles, vascos, etc., etc. Entonces decidí escribir en [...]
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